(1) « Recuerdos de Franz Bardon » de L.Bardon y del Dr. K – p. 33 [volver] (2) Op. cit. – p.21 [volver] (3) Op. cit. – p.21 [volver] (4) Op. cit. – p.22 [volver] (5) Op. cit. – p.29 [volver] (6) Op. cit. – p.27 [volver] (7) Op. cit. – p.38 [volver] (8) Una gran parte de la humanidad que sufrió en su cuerpo en esa época no solamente evacuaba su karma personal sino que sin saberlo – aunque si lo sabía [volver] (9) Op. cit. – p. 29 [volver] (10) Op. cit. – p.17 [volver]
La Vida aparente de Franz Bardon
Y Su Misión en siglo XX
En lo que concierne a la vida de un Ser como Franz Bardon, solamente puede hablarse de vida « aparente ». Esta constatación, que es la nuestra, se aplica también a la vida de cualquier Adepto. En realidad, ¿qué sabemos de la vida real de los Maestros que estuvieron en el inicio del Resurgimiento del Conocimiento Hermético con el nombre de « Teosofía » ? ¿Quién es verdaderamente el Ser Que en el siglo XIX se dio a conocer con el nombre de « Kout Houmi », por ejemplo ? La misma pregunta sirve para los demás Adeptos… ¿Quienes fueron en verdad?, es decir, ¿a qué dedicaron su vida y su tiempo? Por supuesto, a divulgar la Antigua Sabiduría. ¿Pero a qué más? ¿Qué están haciendo ahora?
Mencionamos aquí la cuestión de la « misión » puntual –por encarnación- de un Adepto que está inscrita en las funciones que cada Uno ocupa en el seno de la Fraternidad de Luz la cual, aunque algunas veces es expuesta someramente, permanece no obstante oculta por el velo de la ineluctable e impenetrable discreción necesaria para su Trabajo de Ayuda a la Humanidad.
Asimismo deberemos considerar con muchísima circunspección la vida conocida de un Adepto, tal como se manifestó ante aquellos que estuvieron cerca de él – sus parientes, sus amigos y sus discípulos. Pasa discretamente por la vida haciendo el bien a su alrededor y esporádicamente, aquí y allá, surge de repente, en uno u otro de quienes lo encontraron, una extraña impresión de paz y de haberse codeado con un ser « diferente a los demás ». Y en verdad, ¿qué más podríamos decir ?
« ¿Cómo se puede reconocer a un practicante – estudiante , Adepto o Mago – del Hermetismo ? » ¡Desde luego no por su aspecto exterior ! El vive, trabaja, come, duerme y se comporta como cualquier otro ser humano pero ¡él es consciente al cien por cien!…[1] En primer lugar, respondamos a la pregunta que se repite de forma recurrente : « ¿Cómo es que un Ser como Franz Bardon – considerado como un Veradero Adepto – pudo tener una vida familiar, una relación íntima con una mujer, su esposa ? » En otros términos « ¿Cómo pudo asumir una relación sexual en su estado de Adepto ? »
La habitual abstinencia sexual del Adepto no implica que Éste no pueda asumir una relación sexual controlada, es decir efectuada con el fin de procrear porque el nacimiento de un ser humano es deseado. A título de ejemplo, tenemos al Gran Marpa, llamado el Traductor, al haber alcanzado el sublime Estado de Adepto, que estaba casado con otra Adepta, Damena. ¿Por qué los lectores o investigadores de Hermetismo aceptan al Adepto de Marpa y a muchos otros más y dudan en atribuir el mismo estado de ser a Franz Bardon, debido a su casamiento ?
Consideremos la vida « oficial » de este Gran Mago. Sabemos que era Médico; obtuvo su diploma en Munich antes de la Segunda Guerra Mundial aunque este título no fue reconocido después por las Autoridades Checas, lo que explica que solamente ejerciera la Medicina como Terapeuta. « El Maestro curaba a los pobres infelices generalmente declarados casos desahuciados por la Medicina oficial. Desde todos los rincones de Europa acudían a pedirle ayuda. De esa manera se ganó la reputación de tratar a cada uno con los mejores medicamentos que pudiera haber », [2]
En este orden de ideas, sabemos también que él mismo elaboraba las medicinas de las que se aprovechaban sus pacientes. Eran remedios excepcionales : « El Maestro se servía de ellos (plantas) para preparar tinturas, gotas, extracciones alquímicas, quintasesencias y elixires espagíricos… Después de la fermentación, se filtraba la masa y se volvía a trabajar de forma alquímica. » [3]
Por lo tanto, aunque oficialmente Terapeuta, Franz Bardon era también « grafólogo » (perito ante los Tribunalea), astrólogo, adivino mediante una simple mirada a una persona… Hacía el bien ; curaba : ayudaba ; y por último dio también algunos fragmentos del Conocimiento Sagrado en los Tres volúmenes que componen su Obra literaria.
Era muchas cosas… pero nada que no pudiera verderamente dar a conocer que es lo que en realidad y precisamente hacía. Un Ser de esta envergadura, ¿viene al mundo para hacer algunas experiencias de Ocultismo Práctico en la escena de diversos Teatros ? ¿Viene para ayudar y curar a los hombres ? ¿Viene para enseñar la Ciencia Sagrada ? Si, todo eso a la vez pero aún hay más. Podría decirse que todas esas actividades visibles y conocidas solo son « la guinda del pastel », la expresión pública de la Bondad. Pero la expresión más profunda, totalmente oculta y más dolorosa también de esta Bondad Fundamental que es el Centro de Gravedad de un Adepto, es un Trabajo Oculto, ligado a sus Competencias particulares, en provecho de la Humanidad y efectuado de acuerdo y con la colaboración de todos los Hermanos de Luz.
Y este Trabajo, que ni siquiera sus más allegados sospechaban, ¿en qué consistía ? Como Apolonio de Tyana que, de noche, trabajaba mágicamente y « reorganizaba » las legiones de demonios con el fin de que éstas no sobrepasaran su función con los humanos – Franz Bardon, continuando con este « viejo trabajo » efectuado ya en el siglo primero de nuestra era – salía de noche y… « Antes de medianoche, se levantaba, bebía un café muy cargado… y luego se preparaba para salir a efectuar sus Evocaciones Mágicas… Cogía su bastón en el que había enfundado un puñal… Se vestía abrigándose… Nunca decía donde estaba ese lugar… » [4]
En lo que nos concierne, sería presuntuoso afirmar que podemos presentar claramente la totalidad de la « Misión » de un Adepto cuando a ésta la cubre el velo de la máxima discreción. Sin embargo, en cuanto a lo que nosotros concemos sobre este tema podemos decir que su Misión ha sido obrar de forma sólida y principalmente, con la ayuda de Sus Hermanos, de otros Adeptos,, « para sellar la Puerta del Mal » en un momento crucial que atravesaba nuestro Planeta durante la Segunda Guerra Mundial.
En efecto, sin recurrir al Conocimiento Oculto, no se puede comprender la terrible encrucijada en el que se encontraban metidos nuestro planeta y la humanidad a mediados del siglo pasado. Después se han publicado muchos libros, muy intuitivos, pertinentes y, resumiendo, muy acertados por cierto sobre lo que ocurrió y sobre aquello de lo que nos libramos… ¿Pero sabemos verdaderamente que no basta la buena voluntad de los pueblos reunidos frente al pulpo totalitario – al epicentro nazi – para detener el Mal ? ¿Que éste estaba « alimentado del Espacio… » y que su sumisión necesitaba la acción de una Fuerza Trascendental, de una fuerza muy por encima de la que, nosotros pobres humanos, somos capaces de manifestar incluso en tiempos heróicos ? Ha sido un terible combate, no solamente para nosotros, los humanos, sino para los Hermanos de Luz. En esta guerra. las Fuerzas de las Tinieblas se desencadenaron más concretamente aún de a lo acostumbrado para proceder a la liquidación –parcial – del viejísimo Karma de la Humanidad, el Karma « atlanta ».
Fiel a esta Línea Iniciática de Occidente (vinculada, por supuesto con la Fraternidad Transhimalaya), Franz Bardon, al igual que Saint Germain en el siglo XVIII, era « el » Maestro Rosa+Cruz. En efecto, « durante su arresto, firmó varias cartas como Miembro de La Hermandad de los Rosa+Cruz » [5]. Por otra parte, nosotros tenemos un documento firmado por Él, « F. Bardon, Iniciador de la Rosa+Cruz… », es decir « El Que transmite la Iniciación a los propios Adeptos de la Rosa+Cruz… ». Aquellos y aquellas que saben lo que la Rosa+Cruz representa en la Tradición Hermética de Occidente, comprenderán facilmente qué augusta referencia subyace en esta simple firma…
Así pues, sufrió al tomar un cuerpo que no correspondía a su Evolución espiritual. Pero « no dejaba ver nada de sus sufrimientos…. »[6] y « cuando yo le preguntaba el por qué (de sus ideas negras), respondía que el Karma del verdadero Franz Bardon de quien había tomado el cuerpo físico le molestaba enormemente. » [7]. Sin embargo si no hubiera tomado ese cuerpo – por incorporación – no habría podido efectuar su Misión. En efecto, el cuerpo físico correspondiente a su Evolución no habría estado provisto de las mancillas (físicas-etéricas) necesarias (debido a las Leyes Universales) para la realización de esta Misión : estas mancillas debían atraer la retribución kármica en forma de torturas y enfermedades… Al pasar por estos sufrimientos – que no hubieran sido atraídos por otro cuerpo puro, limpio – Franz Bardon captó y acarreó una enorme carga de las energías nocivas ambientes para transmutarlas antes de que éstas golpearan con fuerza a algún otro… Esto es también un Trabajo Crístico por su parte.[8]
Que todo esto vuelva a ponerse bajo el Velo. Nada se puede añadir « pues la obligación de silencio sobre numerosos temas continúa vigente» .[9]
Tenemos de Él una Enseñanza excepcional, un valioso regalo que permite al ser humano no solamente elevarse hacia el Espíritu Uno sino también conocer y aplicar los medios que abren los « ojos » y las « orejas » a los Mundos sutiles con el fin de poder captar lo que « ocurre allí »… y preservarse así de las fuerzas que manipulan aquellos que desde hace mucho tiempo conducen a la Humanidad a su perdición… En esto su Misión educadora se inscribe en la obra de Luz continuada por los Adeptos cada último cuarto de siglo ya que si bien él dio sus obras en la primera mitad del siglo XX, éstas solo tuvieron una real expansión en el último cuatrto de este siglo.
Concluiremos este breve resumen de la vida y de la Misión de Franz Bardon con lo que dice de Él, Lumir, su hijo : « Cuando mi padre todavía vivía entre nosotros, yo no me daba cuenta de que era diferente de los demás hombres ; su entorno, por otra parte, tenía la misma impresión que yo. Su forma de ser y su manera de vestir no le diferenciaban de un simple campesino. Sabía adaptarse perfectamente bien al papel que tenía que desempeñar en la Tierra. No fue sino más tarde, en la Luz de su Obra, cuando reconocí que se trataba de un Gigante que vino a traer a los hombres la Luz que les permitiría atravesar las tinieblas de la ignorancia y caminar hacia Dios ».[10]